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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Decálogo poselectoral

Los comicios municipales dejaron varias enseñanzas para la centroizquierda con miras a las elecciones del próximo año.

por Ernesto Aguila - 07/11/2012  
AUNQUE ni ganadores ni perdedores sepan todavía cómo explicar sus resultados, ni tampoco la alta abstención, las elecciones municipales dejaron varias enseñanzas para la centroizquierda -o el actual entendimiento entre el centro y la izquierda socialista y comunista, para ser más precisos- con miras a los comicios del próximo año. Algunas conclusiones preliminares bajo la forma de un decálogo:

1) Apostar por primarias: aunque éstas a veces se equivoquen, sean caras y engorrosas, construyen legitimidad, dan visibilidad pública y limitan la dispersión. Según la nueva ley, las primarias presidenciales serán simultáneas, por lo que las comparaciones entre lo que haga uno y otro ese día serán inevitables.

2) Nunca declararse ganador antes de las elecciones: ello desmoviliza al electorado propio, lo que es fatal en un sistema de voto voluntario. En un padrón tan desconocido como el que se ha abierto con la inscripción automática, el triunfalismo previo carece de realismo.

3) No continuar haciendo análisis político ni proyecciones electorales a base de encuestas de los periódicos: desahuciar las encuestas telefónicas.

4) Estudiar la experiencia de Providencia: partidos facilitando la inclusión de liderazgos sociales en la política, voto programático, primarias, campaña participativa. Una “experiencia piloto” para la construcción de un nuevo trato entre la sociedad civil y la representación política.

5) Aunque sea un lugar común, se necesita unidad: la Concertación no posee la amplitud requerida. La próxima primaria presidencial debiera ser el minuto para darla formalmente por superada, dando paso a una nueva mayoría política y social.

6) Conocer las sensibilidades que hay tras la abstención: no hay allí sólo apatía o despolitización, sino diversas formas de resistencia social y cultural. Quizás hay buenas razones para no votar, pero estas elecciones plantean un argumento claro frente a los abstencionistas: cuando el triunfo de una de las opciones significa un verdadero cambio, cada voto importa y puede modificar la realidad.

7) Invitar a participar a los más jóvenes de los jóvenes en las próximas primarias de la oposición: no sólo Argentina acaba de aprobar el voto a contar de los 16 años, sino también el Partido Republicano norteamericano permitió la votación de jóvenes de 17 años en sus recientes primarias.

8) No insistir en esa publicidad política vacía y un poco melancólica de rostros retocados: todo lo que parezca realidad será bienvenido en la próxima campaña.

9) La derecha, de manera inesperada, se encuentra debilitada electoralmente (32,8% en votación de concejales): ello abre la posibilidad para la centroizquierda de doblar en más distritos y circunscripciones que bajo el padrón anterior. Se debiera pedir el voto a la ciudadanía para permitir esos doblajes con vistas a modificar el binominal. Para ser creíbles, no se debiera permitir la reelección de los cuatro diputados opositores que hace un tiempo atrás se ausentaron de una votación clave para reformar el binominal.

10) No se puede proyectar mecánicamente el resultado de las elecciones municipales ni a la presidencial ni a las parlamentarias del próximo año: los clivajes, las fuerzas y los recursos involucrados son otros. Pecar de confianza sería no aprender de lo que le acaba de pasar a la derecha en esta elección.

PUBLICADO EN LA TERCERA 7.11.2012

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