Pese a que la alcaldesa electa de Providencia
se reconoce como una persona de centroizquierda, asegura que puede
trabajar con todos los sectores políticos. Además, la socióloga
desmitificó las capacidades de gestión de las que se vanaglorió Cristián
Labbé, denunciando déficit en salud, educación e incluso seguridad en
la comuna.
En medio del fragor de la campaña por la alcaldía fue
calificada de comunista, neoliberal, concertacionista disfrazada y
últimamente mirista. Josefa Errázuriz no le hace el quite al tema y
declara ser una persona de centroizquierda, que no milita en ningún
partido pero que se considera a sí misma como una persona política.
“Valoro a los partidos y a la política, y demostré que puedo trabajar
con todos los sectores”(...).
El triunfo sobre el coronel Labbé, quien fungió por 16 años como
alcalde de la comuna, para muchos parecía imposible y se revistió de
características épicas. “Lo fundamental fueron esos 1020 voluntarios de
todas las edades, sexo y color político que trabajaron juntos. A todos
nos unió la convicción de que había que cambiar la comuna. Fue el PC,
movimientos como Revolución Democrática y la Red Liberal, el PRO, los
partidos de la Concertación, el PRI, organizaciones territoriales,
temáticas y de iglesia que pudimos ponernos de acuerdo y armar un
programa participativo, con 114 medidas que tienen plazo de
cumplimiento”, recuerda Josefa Errázuriz.
Nacida, criada y residente de Providencia hasta hoy, ahí también
viven sus hijos y espera que crezcan sus nietos. Líder vecinal de
amplia trayectoria, a quien su oponente calificó peyorativamente de
“dueña de casa”, se reconoce también como tal “a mucha honra, porque él
lo dijo para señalar que una dueña de casa no podía dirigir
Providencia. Insultó y le faltó el respeto a las mujeres del país y de
la comuna”.
La experiencia como dirigente vecinal fue determinante para armar
redes y encontrar los puntos de unión más allá de las diferencias. “Es
que no se trata sólo de cambiar un alcalde, la voz de los vecinos debe
ser escuchada y considerada. Pienso que la experiencia de Providencia
demostró que los chilenos ya no estamos dispuestos a votar por personas,
sino por programas donde se considere la opinión de la gente”, dice
enfática.
Reconoce que el municipio de Providencia ofrece buenos servicios, sin
embargo es crítica de la gestión del alcalde Labbé. “Basta señalar que
los tres centros de salud en Providencia tienen un solo profesional que
los dirige. En un mismo box, dos médicos atienden simultáneamente a dos
personas de distinto sexo y edad, sin ninguna privacidad. Eso no es
buena gestión. En octubre de este año, en el Liceo 7 no había papel
blanco para tomar pruebas porque al Centro de Padres se le acabó la
plata. En las escuelas básicas, el 36% de las niñas y niños que asisten
viven en Providencia, sin embargo sólo el 11% de ellos está en los
liceos de la comuna ¿por qué? Claro, se dice que son liceos de
excelencia, pero la verdad es que tiene alumnos de excelencia, porque
aplican rigurosos sistemas de selección para tener a los mejores.
En
pre-básica ni siquiera tenemos jardines de la Junji. Eso no es buena
gestión” afirma la alcaldesa electa.
(...) las tres tareas prioritarias son:
hacer planes seccionales que permitan defender los barrios “esos que aún
no ha sido arrasados por el cemento gracias a un plan regulador
excesivamente permisivo”;
abordar el tema de la seguridad, porque las
políticas implementadas no han funcionado (Providencia ocupa el quinto
lugar entre las comunas más inseguras del país); y
buscar soluciones
para la alta congestión vehicular que afecta la calidad de vida de los
residentes, considerando que hay una población flotante de más de un
millón de personas que estudian o trabajan en la comuna.
Juanita Rojas
Radio Universidad de Chile 10.11.12